miércoles, 29 de abril de 2009

Tiquitiquitiquitiquitiqui


Y no necesité nunca de mucha inspiración, cierto es, que quizá siempre tuve mucha. No es que la haya perdido, es que ya estaba rodando mucho en lo mismo, y ¿por qué ruedo? ruedo porque hay que rodar, hay que girar y reescribir, mirar y desandar, no sé, porque sí.

Siempre vuelven a aparecer, estas cosas de ser humano, burdas, primitivas, paranoicas, de persona, de emociones, de arrepentimientos, de cerebro.

De vez en cuando me pregunto cuando voy a dejar de preguntarme siempre las mismas cosas, me aburro, quiero pensar en otras cosas y en otras personas, es siempre lo mismo, lo mismo de siempre, ya no me motiva.

Pero, no hay nada de malo en que no me motive ya, siempre se dice "la rutina termina por aburrir" y todas esas cosas que hacen que la palabra rutina se lleve muchas culpas de diversas índoles, o de dolencias varias, quien sabe. Lo que yo sé, es que necesito nuevas motivaciones, para salir del estado patético de resfrío, bajas defensivas y torpes llantos a cada rato. Estoy aburrida también de andar llorando, me aburre llorar, pero, es más entretenido que no hacer nada, aunque, ni siquiera lloro porque quiero, se me escapa, todo lo bueno se ha ido, ahora lo malo me patea por la espalda a cada rato ¡Que aburrimiento!

Y que se entienda, no es que viva de negro lamentando mi infortunio, sólo admito que, mi cerebro no anda bien, y los enfoques andan tan desorientados que me la paso hablando de vibraciones de enchufes y de las moscas de las frutas que hablan.

¿Por qué será que me cuesta tanto saber que quiero?

Es una cosa compleja, asumir, procesar, enfrentar, contar, descontar, dudar, BLA BLA BLA...
Y, para qué voy a mentir ¡eso también me aburre! Me aburre, porque soy una latera cuando se trata de esas cosas, y sí, que coraje el de aquellos que me aguantan, puedo ser realmente insoportable, al menos me consuelo con esos momentos de dulzura y amorcillo que me dan, pero ¡demonios! intercambiar las frecuencias no me vendría nada de mal...
Si tan sólo pudiese leerme la cabeza como leo los cuadernos, ojalá subrayado con colores, lleno llenito de flechas pa'cá y pa'llá, porque si no, no voy a salir nunca.

¡Necesito salir!

Pero bueno, no es terrible la cosa, por favor, no malinterpreten mis ironías, me gusta molestarme, porque me carga que me molesten cuando no saben nada de nada, yo que sé de todo casi todo, me molesto. Y la verdad es que, de bastante me ha servido todo esto, por lo demás, hay que vivir, y vivirla toda, si no, ¡que aburrido sería!

Y me retracto, no necesito salir, ni de aquí ni de allá, digamos que simplemente, hay momento como estos, en los que necesito llorar y que me hagan cariñito para sentirme mejor.

Para dejar ir los fantasmas que torturan, y encontrarse unos nuevos, jovencitos y perfumados, que me traigan otras cosas, de aquí y del más allá. Eso es lo que realmente quiero, no lo que necesito, es liberar esas malditas torturas, dejar que lo nuevo venga y desordene, y bueno, después veré como me las arreglo, como siempre.


Me gusta el sonido que hacen esas bolitas de colores cuando ruedan por la mesa y caen al suelo. Tiquitiquitiquitiquitiquitiquitiquitiqui
AMANDA