viernes, 29 de mayo de 2015

Morada interior

La voz interior es un néctar
fermento de tu luz enrojecida
que arde en todo mi cuerpo

Abro mi boca y exhalo sin tiempo
Dejo salir mi morada secretando acertijos
donde vibran los animales del templo

Ruge mi ensueño
Ruge mi dolor
Ruge mi centro

Con cada grito voy desgarrando las formas
desatando en ellas mi delirio
extrayendo en un aullido la alojada piedra del sinsentido. 

Aquí está mi aullido galopante
mi despertar enarbolado en esta exhalación permanente
en este grito que corta corrientes y florece en coloridos armónicos fluorescentes 

Lo esencial de mi cuerpo brilla en los colores vibrantes de la selva cósmica.

Derretimiento

Siempre que cierro los ojos, sé que tengo que escuchar.
Este contacto entre nosotros me nutre la profundidad, estoy dispuesta, si hay otro calor, otros ojos para ver por mí, estoy dispuesta.

Ser suave y dúctil, sencillamente. El agua que nada juzga y a nadie priva. Dúctil para fluir entre lo nuevo y lo viejo, entre durezas y por los poros, en lo pequeño y lo gigantesco.

Dúctil para estar en el contacto, para vivir en el calor, en el sol abrasador que llevas en las tripas.
Abre, y con él derrite miedo.

Tierramadre

Tierra que das el fruto del amor y el dolor del mundo
Mi piel quiere sentirte, y al abrirse cruzan por ella corrientes con otras historias.
La piel quiere despertarme, y me asombra que en tu magnitud haya querido silenciarme.

A ratos soy una fiesta, fe y testimonio de mis antepasados los monos
a ratos soy solo las raíces aferrándose para crecer.
Si viajo demasiado tiempo a tus profundidades, podría perderme en tu placer
Y si oso dormirme en tus placeres, tal vez no pueda volverte a ver.

Mi sangre corre por tu centro amada madre,
y como hija tuya, soy todas las criaturas.

Aire del más

Soy el aire
Soy el pájaro que danza y susurra: águila rapaz, canario cantarín.
Soy el trance del viento, misterioso, anhelante, inmanente.
Soy el aliento, el soplo de energía fantasmal que nutre los puertos remotos, los puertos olvidados.
Soy un ser alado del espacio infinito, no creo en límites ni en fronteras, el cielo es mi vasta tierra, y yo, su navegante alada.
Aire puro, aire que respiro que otros han respirado, aire reciclado, aire circular que inspiro para mí, que exhalo por la tierra, que el árbol inspira para sí y devuelve por todos nosotros.

jueves, 7 de mayo de 2015

Disney te metió el dedo en el hoyo de nuevo

Me tomo la cabeza entre las manos. Me toco el lado derecho de la cara y siento las llagas en mi encías. La inflamación de un ganglio desconocido bajo el hueso prominente de mi mandíbula. Todo en el lado derecho, masculino.Pero en otros momentos, cuando no estoy aquí - en modo santuario - escribiendo estas cosas, estos y otros miedos me acosan como demonios en mi interior. Después de una cierta cantidad de veces, me acostumbré a la sensación física que la depresión generaba sobre mi rostro, como que al centro de mi cráneo se abriera un agujero negro, o se levantara un tapón, y todo mi rostro se ve succionado hacia el centro. 
Mañana tengo mi primera cita con el loquero de turno, porque hasta ahora su experiencia trascendental es la que sostiene el corazón frágil de mi madre con esperanzas de mi salvación. Mi alma aguarda, ¿verá la luz? O será que estoy sumida en la oscuridad existencial de la

nostalgia. - 

¿Esto quiero para mí? ¿Es tan malo que no quiera vivir adoleciendo?

Maldigo el condicionamiento mental que me hace ir en mi contra. 
Y el arranque de furia que profana mis propios límites sin oídos para mis aullidos.

- recomiendo ignorar las palabras - leer entre líneas, silencios, qué se yo- puesto que salen de mí imprecisos murmullos de algo parecido que no alcanzo a escribir.

¿Será que en este momento soy una especie de estupefaciente espiritual?

¡O un bálsamo en sus heridas de niños dioses!


VOTO POR:

La emancipación de los dramáticos dramas y elementales sobre el romanticismo heredado de Disney. Emancipar el sexo de la dependencia y el engaño. Emancipar de la compañía el espanto a la soledad y gozarla como un placer agregado al ya, entero placer, de estar con una misma. Reemplazar el gentío por la meditación cuando ansío, reeducarme entre gentío para estar en meditación. Emancipación de la ansiedad y la destitución de las decisiones obligatorias. Emancipación del palabreo triste y pobre del llamado conjunto “gente” o “resto” (y lo peyorativo de “resto”). Emancipación del ojo público. Del qué dirán, del que ya dijeron ya, y del que yo dije que dijeron ya.

Con respeto.  

Tejedoramuerte

Son los químicos contra mí, adosados en mi sangre, entrelazados en mis tripas
Arrancándome los cables de su fuente negra
Pena gorda pena sangrante pena solícita en llegar a puerto
Cuando descubro en la cubierta los cables
Abandonados
Y me siento a reconectar

Se retrasa entonces mi muerte
Y yo solo quiero morir
Se retrasa se retrasa y se acumula se acumula
Y pienso que aquí voy a morir
Ahogada en pena y en ruido
Comida, derretida, embalsamada

Trae entonces muerte tu voluminoso silencio
Tu imparcial recuerdo quiero diagramar en espirales
Tejedora de sueños
Matriz del infinito
La próxima vez que esté mi reflejo en tu cuerpo
Solo hebras de luz, destellos apenas,
Rítmicos rayos otoñales dejándome caer en tu abismo
Muerte
Tu estallido

Pena estocada, pena nuestra, pena desierto, pena cascada
Pena de ciegos, pena de burros, pena de necios
Pena murmura, pena recita, pena danzando a los cadáveres del tiempo
Pena inagotable, ¿cuándo te habré ofrecido mi cuerpo?

Lazo a lazo y de lazo a nudo y de nudo a lazo 
Lenta y laboriosamente
Van los tejedores de la red angustiosa de las penumbras

Escabulléndose
Metiéndose en sus cuevas
Contando historias de río bajo el río
Que asoma en las lágrimas su dominio
Y el tejedor tejedora, por la arácnida memoria
Reescribe con su dolor toda la historia de las aguas

Por los siglos y los rostros derramada