sábado, 24 de octubre de 2009

Amarte duele

Quiero desgarrarme como lo siento
como siento mis brazos abalanzarse en la desesperación de arrancarse
Cerrándose todo, quien querría hablar de ilusiones una noche como hoy
sólo te diré que estoy bien
porque no quiero que me digan que hacer.

Y qué si me siento mal
Y qué si estoy siendo egoísta y estoy sufriendo

No tengo porque ceder, nada cambia si cedo
todo sigue igual, nada depende de mi
nadie necesita de mi
que gusto sería no tenerme, ni tener que lidiar conmigo carajo.

Porque lo peor, es que nisiquiera lo que quiero puedo hacerlo
que jodida que estoy, y de nadie es la culpa
quiero cantar, sí, lo admito, pero la voz no la tengo
ni escribir puedo, porque soy como cualquiera, cómo podría sorprenderme
cómo podría sorprender a alguien más.

Mira que mediocre me he vuelto
sintiendo pena por mi
que asco es sentir pena por uno mismo
como si no fuese sabido que eso no lleva a ningún lado
pero no miento, lo he intentado, de verdad lo intenté
pero todo parece retrocederse por gusto
perdiéndolo en todo lo demás.

Y así jamás voy a quererme, porque de querer es mejor dormirse.
Dormirse largos años, muchos años, tantos pero tantos años
No soy tu bebé, no soy tu amiga, ni tu amor, no soy nada, y para qué ser algo que miente.
Y estoy cansada de verme llorando, cansada de ser tan dramática, de ser así, de llorar, y de sufrir, y puta que estoy cansada de toda esta mierda, de toda mi mierda.

Ya no puedo sentirme bien, sólo bésame y déjame dormir eternamente.


Huellas

Cicatrices empeñadas
en la piel del cuerpo
Son mis años viviendo
con los pies fríos y los ojos dormidos

No tengo como ceder
sigo firme
con eso que quedó
lo que dejamos

Se abren mis cicatrices
y no hay nada nuevo
sólo viejos dolores
no siento nada

No tengo cuentas que rendir
ni pies donde morir




sábado, 17 de octubre de 2009

Ticket to ride!


Las personas solitarias, las solitarias personas del mundo, todas ellas, ninguna de ellas, no existen como todas, están solas, estamos solas, ¿por qué estamos solas?
De dónde venimos, buena pregunta, venimos de algún lugar o de un mismo lugar.

Entramos a ese lugar, y salimos de él, solas, como personas solitarias, haciendo cosas en soledad, sin saber por qué, o sólo para seguir viviendo con cosas solitarias para hacer en soledad.

Buscando equilibrios en la soledad que en sí misma es un desequilibrio ¿contra qué atentamos? ¿contra quienes peleamos?
Acaso peleamos, con ellos o con nosotros, no es necesario pertencecer para ser, pero parece ser una necesidad, pertenecer, y los solitarios, ¿dónde pertenecen?

Los solitarios buscamos los diamantes del cielo, que tajen nuestras soledad, cortes profundos, nuestros propios carruseles, algo que nos estremezca, que nos revuelque en 360 grados.

¿Cuántos se necesitan para atravesar el mar?
¿Cuántos menos para atravesar el universo?

Cuanta sobriedad, para pegar los dedos a la tierra
Cuanta imbecilidad para hacer eso y nada más, y ¡cuántos despegues! para cruzar cielos negros, para que mi cuerpo se estire infinitamente hasta el espacio.

Allá en el espacio, donde nadie se suicida, quien podría suicidarse en el vacío, nadie se suicida en el vacío.

Vamos, ¡dónde está mi submarino! quiero ir al espacio, para dejar de suicidarme día por medio.

Jai guru dei va
Jai guru dei va
Jai guru dei va

Y si nada va a cambiar mi mundo, si es que tengo un mundo, a qué mundo debo ir.
Tal vez uno que no sea mi mundo, donde todo esté lejos, incluso, no esté.
Si no está, no tengo razones para entristecerme por lo que hago
Están lejos, más lejos que ayer, más lejos que hace años, mucho más lejos.

Todo resulta fácil si es un juego, los fáciles son los juegos, por eso son juegos de niños, de pelotas, de niños, de carreras, de niños, de arenas y cajones.
No hay amor como el que juega, no hay amor, no hay amor, hay sólo juegos.

Y el amor, si todo lo que necesitamos es amor, ¿Dónde está el amor?
Pintamos amor grisáceo, todo el tiempo, todo el día, con días grises, con caras largas, con cenizas.
Y si todo puedo hacerlo, y si todo puedes hacerlo, ¿por qué nos cuesta tanto?
Acaso debe costarnos, o es que no sabemos hacer nada pero podemos hacerlo todo.
Finalmente, sigue siendo simplemente amor.

Entonces, si la muerte, es un campo, un campo abierto de frutillas, rosas, rojas, frutillas en un campo, yo también quiero morir, para morir de mi mundo al que no pertenezco, y despertar en él, en ese campo de frutillas.

Sí, voy a morir, para dar las buenas noches al tonto de la colina, ese, el que tranquilo se posa en la alta colina, ¡esa! ¡la del final!

¡VEO BAJAR EL SOL!
¡VEO GIRAR LA TIERRA!

Y no, no estaré triste, voy a sacar mi pasaje y voy a marcharme.



Joaquín, para ti.