domingo, 28 de septiembre de 2008

Divagando sin buena razón


ESTACIONES DE RECONSTRUCCIÓN


Cuando mueran los días de nuestros sueños y nuestras mentiras, seremos torpes seres tras las rejas de nuestra propia condena, la condena que cosechamos día a día para no ser mejores.
No me preguntaré siquiera por qué, es como inherente a lo que nos compone.
Componentes crueles, después de todo, nos fallan en repetidas e inesperadas ocasiones como queriendo decir que no tenemos más salida que morir.

Suele ser verdad, lamentablemente, y la gente se pierde en exclamaciones brutas como "LADRONA" y la pobre mujer no sabe de qué tiene la culpa.
Que alguien le explique porfavor, que la raza humana tiene fallas para fallar y así seguir fallando infinitas veces, y que muere fallando o que muere porque falló. Si no hay mucho más que eso...

Pero, siempre hay peros, supongo que es lo entretenido de divagar, que puedo dar infinitas vueltas en el reloj que sigue corriendo como si intentara darle la vuelta, llevarle la contra, marearlo de tanto girar para que pudiese por fin manejarlo a mí pinta, pero de todas maneras, que desperdicio, entre una pinta manejando el reloj para muchos millones y millones de pintas, sería una enorme y sangrienta guerra de pintas, ninguna pinta es tan buena como para que el tiempo ceda, debe ser eso.

Todos me gritan de todos y de todo en la cabeza, no alcanzo a aferrarme a nada, pasan corriendo, rebotando, como el conejo de reloj, que están apurados, sin razón para estarlo, como mérito de condición, estar todo el tiempo apurado.

Una niña en un frasco de mujer.
Una mujer en frasquito de niña.

Y no hay verdad tan certera como que nadie puede estar realmente donde quiere, cuando quiere y como quiere, porque no hay verdad tan cierta como que no existe ser perfecto en este tierra que fue perfecta siendo imperfecta, pero que con un afán de perfección se destruyó y ahora se hunde en un descenso imparable y progresivo.

Quiero soñarte destino, quiero soñarte flor, quiero soñarte hija luminosa de mi sol, fragmento de una energía cósmica perturbada, dañada, imperfecta, pero valiosa.

Falta tiempo
Tiempo falta para todo, tiempo falta para aquello que algún día ansiaremos, tiempo falta para la indecisión, la histeria y la locura intemporal.

Repite conmigo, repite conmigo Anastacia, que no hay tiempo sin tiempo que vaya a destiempo y que querer temporizar es una mentira de muchos sesenta que podrían ser setenta y que por ende no existe tiempo que vaya a tiempo si no muchos destiempos enjaulados en globos de metal.

martes, 23 de septiembre de 2008

La Primavera está con depresión.


I'm so tired of being here,
suppressed by all my childish fears.
And if you have to leave
I wish that you would just leave,
'Cause your presence still lingers here
And it won't leave me alone.

These wounds won't seem to heal.
This pain is just too real.
There's just too much that time cannot erase.

When you cried I'd wipe away all of your tears,
When you'd scream I'd fight away all of your fears,
And I held your hand through all of these years,
But you still have all of me.




Y me preguntaré eternas veces, por qué me hiciste esto.
Me preguntaré también otras miles de veces, por qué este mundo.


Quiero que lo intentes, que hagas tu mejor esfuerzo. Sé que no servirá de nada, ya no puedo creerte, ya no puedo con este dolor, no puedo.
¿Qué esperabas? ¿Mentirme hasta el final de los tiempos? Hacerme sufrir hasta que terminase muriendo por ti, sin poder entender porque la vida estaba siendo tan injusta y tan asquerosa.
Y que más da, ahora me repugna más, me das asco, esa es la verdad.
Me da asco querer creerte aún, me da asco el lugar que te di en mi corazón, si no te lo merecías.
No me importa lo que tengas que decirme ahora, no me importa si es verdad o no lo es.
Ya hiciste suficiente.

Me va a estallar la cabeza, ya se me secó el corazón, que quieres ahora, dime por favor que quieres ahora. ¿Mi corazón en pedazos?
Quieres acaso guardarlo, conservarlo, pegarlo en la pared, tal como el dibujo que arranqué de la mía para que pegaras en esa solitaria pieza en Francia que inventaste, todo para que no te sintieras sólo. Mentí por ti, todo lo hice por ti, por darte todo lo que pudiese antes de que te fueras, a ese triste final, a ese triste lugar.

Ni siquiera me importa si las cosas que yo sé, están mal, ya nada vale, el dolor ya lo tengo, la herida profunda no piensa sanar, al menos no por lo pronto, y eso lo hiciste tú, quiero que lo sepas, quiero que sepas y que sientas todo el dolor que me has causado, inhumano, bruto, cruel.

Y que todos sepan, y que nadie sepa, A LA MIERDA.
Si me muero ahora, si no puedo seguir viviendo, quiero que sepas que es tú culpa, todo lo demás, eran cosas que podía manejar, que podía trabajar, eran cosas que no me quitaban por completo la fuerza y la esperanza para seguir.
Me mataste.

¿Y el despertar?
Estoy pensando seriamente en ponerme a buscar hasta encontrar el verdadero autor de la canción, no es mía, tampoco tuya, me da lo mismo si eso es verdad, me da lo mismo si es verdad que tocas piano, para mí eres una mentira, me mentiste, todo lo que me dijiste, todo lo especial e importante que me hiciste sentir, ¿Cuan verdad puede ser, si es que osaste mentirme de esa manera?

Y si tengo que ser la mala, y si tengo que ser la única asquerosa que no te quiera ver más, lo seré.
Y a pesar de que me he puesto en tu lugar una y mil veces, no puedo, no puedo pasar por encima todo lo que tengo dentro, todo lo que hiciste nacer en mí, no puedo ya mirarte, no puedo ya perdonarte.

Alguna vez me dijiste "nunca quiero que te enojes conmigo"
Y hoy entiendo porque temías.
Y aún temes, como un pobre niño que se pierde en una gran feria, y no puede encontrar a su madre.
Pero esto es diferente, porque no eres un niño, esto no es una feria, y no perdiste a tu madre, me perdiste a mí. Y ya ni siquiera sé que significa eso.

La vela se apagó, quizá es tiempo de irse, pero está la Isa, me hizo darme cuenta de muchas cosas, y al menos por ahora, quiero cuidarla. Sé que fue una señal muy grande, un mensaje que me obliga a quedarme, hay mucha gente que no puedo abandonar por mi maldito deseo egoísta de no tener que vivir esto.

Es probable que nadie me entienda, que nadie sea capaz de ponerse en mi lugar y entenderme, probablemente ni yo sea capaz de entenderme en este momento, pero mi convicción es esa, es en este momento, más fuerte que mi sentido, que mi compasión, que mi empatía, que todo.

Perdona Catalina, por estar fallándote de esta manera, porque sé que me necesitas para darte una mano, pero estoy más abajo, más abajo de lo que creía, y no me estoy excusando, no vale la pena, ¿para qué? pero sabrás que estaré de todas maneras, porque voy a salir de ésta, tal como he salido de otras, tal como saldré de otras cuantas.

Y me siento una mierda de persona, y me siento asquerosa, pero este mundo es asqueroso, y quiero estar a la altura. Ojalá después de esto, pueda dejar esta patética mediocridad y dejar de estar a la altura, pero no tengo fuerzas para sostenerme, no tengo nada.

No quise desconfiar, no quise hacerlo por nada del mundo, a pesar de que tuve mil y un razones que querían llevarme a eso, el amor me cegó, mi maldita sensibilidad me cegó, y tal como lo hizo mi padre hace muchos años, tal como mi padre me endureció e hizo que me desconectara totalmente de mis emociones, tal como logró que yo no pudiese llorar. Me temo que estás causando lo mismo en mí, espero estar más preparada ahora para enfrentar esto, pero me estás haciendo lo mismo. Me gustaría poder sacarte así nada más, pero sería volverme insensible con aún más rapidez.

No lo haré, voy a vivir cada gota de esta agonía, y espero que por fin, uno de estos días, mi estupidez me deje por fin llorar.

domingo, 21 de septiembre de 2008

La noche en que morí

Algún día será el día de mirar atrás y recordar que fuimos mejores en algún lugar de nuestra vida.
Teniendo una infinidad de mundos, escogimos éste sin saber por qué. Es necesario recordar que aceptamos todas las condiciones previamente estipuladas por nuestros precursores.

Debo aguantar los gritos que ahora no aguanto, debo tolerar las mentiras que ahora me atormentan. Que daría yo por tener tanta voluntad, tanta noble voluntad, para de una vez desaparecer y ahorrarle este negro dolor a mi corazón ¿Cúal de todos está peor? Ya ni eso me interesa, ya ni siquiera eso me importa.

Donde se ahoguen mis penas, llévenme.
Donde no sienta mi alma, déjenme.
Donde mis ojos no quieran matar, abandónenme.

Ya no quiero esperanza, ¿para qué? ¿Para perderla? ¿Para que me la arranquen a palos de las manos? No, no sé si vale la pena, si es que luego debo sentir esta triste agonía, esta repulsiva soledad, no lo sé.

Ya sabía yo que algo andaba mal, que algo no se sentía bien, ¿cuándo había vivido yo tanta perfección? Ciertamente la desepción no podía estar lejos, ilusamente mis parámetros de la catástrofe no llegaban a ésto, no se acercaban siquiera, pero bueno, ahí está la magia, en cagar hasta el fondo, en caerse infinitas veces y que se destruya todo.

¿Y si no puedo reprocharte mi dolor? ¿Sabes? Prefiero que mueras, que mueras dentro mío para ser indiferente y quemar el amor aunque me llene de odio. No lo entiendo, no te entiendo, ¿por qué? ¿por qué a mí? ¿por qué me escogiste a mí para hacerme mierda?
Jamás entenderé por qué me destruíste de esta manera, jamás entenderé por qué quisiste instalar esta inevitable desconfianza vil en mi vida.

No vuelvas, ya no quiero verte, ya no puedo verte, ándate, llévate tu "para siempre" y déjame aquí con mi herida, déjame sangrar tranquila al menos.

Quiero abrazarme a la luna, quiero acostarme con el sol, quiero morir frente a tus ojos y no sentir más este dolor.

00:19 - 20 septiembre - 2008
En mi desesperación, en mis ganas de morir, presente.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

4:38 A.M.


Del día antes a la No-independencia de un país tan poco mío como de cualquiera


Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie.

Súbanme al bus
Críenme con amor y dedicación ¿y por qué no?

He de bailar, he de crear un sueño para tener tiempo y que me quieras a destiempo.
Y cuando suban las ovejas de este amor de felinos, inventaremos tortugas, no torturas, para seguir el ritmo.

Maderas melodiosas
como pelo sucio que huele rico, para perder los parámetros de lo correcto y lo incorrecto.

De tanto caminar, zapatillas rotas.
En su defecto, parlantes con dos auriculares de velador ¿Y qué tanta? Diría en su nombre la distorción.

Y hablar de guapas, de rojos y de parejas que llevan mucho pero poco.

Y yo digo, ¿qué pasa acá?

Será un suplicio llorar por tiempo no perdido.
Será un suplicio pedirte mirar al frente como dos tontos que constan de una infinidad ridícula de tiempo.
¿Qué hacer?
¿Qué dejar de hacer?
¿Dejar de querer?

Já, claro. Que mentira sería.
Hasta los gatos despiertan con hambre, ¿para qué mentir?

Si te amo, te amo
Si no, no.

¿Cómo algo puede ser tan simple y confuso a la vez?

No puedo, no puedo hablar de una confusión que no tengo.
Como la distorción, que se asume enamorada, ¿Quién podría refutar eso?

SÁLVESE QUIEN PUEDA

No caigan. No me caigan ¿o me boten?

Que gozo ser torpes, ser casi hermanos, no ser nada parecido, pero dé, pero de todas formas caminar a tres metros de distancia balanceando la cabeza.

Y que más, que más que no escuchar un alboroto honroso de bocinasos y vítores casuales.

Córtenme, tut tut tut

El número al que está llamando se encuentra fuera de servicio.
Gracias.



miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sí, para siempre.


Nubes negras
Llueve otra vez y aquí adentro los dos.
Tu voz me despierta
Dulce de sueños
Pereza y amor.


Andrés: Manuela, ¿por qué tardaste tanto en volver?
Manuela: Yo jamás estuve aquí, lo sabes.
Andrés: Tú sabes mejor que yo, que sí estuviste aquí, más de una vez, más de dos.
Manuela: ¿Por qué me dices esto?
Andrés: Porque sé que lo sabes, porque sé, porque te amo. ¿Es eso suficiente?
Manuela: Por qué siempre supiste, por qué nunca dejaste mi cabeza. Te llevaste mi corazón, lo sabes, sé que lo sabes.
Andrés: No tuve cuidado
Manuela: No tuviste...
Andrés: No tuve cuidado en llevarme tu corazón, me lo entregaste, yo lo cuidé. Has estado aquí, lo sabes.
Manuela: Lo sé.

Andrés miró a Manuela, sus ojos se clavaron en los del otro, ya no sólo se miraban, se leían, se abrazaban, pero sin tocarse.
Manuela levanto su mano, y casi por inercia, la de Andrés se levantó.
Posaron sus manos en la del otro, sin cuidado, sin presión, como si las dejaran caer sin preocupación.

El tiempo se paró. Manuela desvió la mirada por un segundo, miró el cielo y entendió. Lo entendió todo, sin necesidad de querer entender, entendió.
Volvió la mirada hacia Andrés, y sonrió.
Él no devolvió la sonrisa, cerró los ojos y lagrimas brotaron de sus ojos.

Andrés: Gracias
Manuela: Gracias por qué
Andrés: Gracias por cumplir tu promesa
Manuela: ¿Alguna vez lo dudaste?
Andrés: Más de una vez

Manuela no supo que decir, su sonrisa se aflojó.

Manuela: Pero, ¿por qué?
Andrés:(levantando la vista hacia ella) porque el tiempo jamás se detuvo, porque el tiempo siguió corriendo, porque la hora no llegaba. El tiempo jamás paró, como paró ahora.

Manuela volvió a sonreír, se acercó a él y él la besó.
Como siempre, como él, como ellos, sin tiempo, sin espacio, sin lugar, sin destino.
Tan perfecto, tan imposible, que estaba ahí.

"Y ahora entiendo, porque siempre amé Nubes negras"

lunes, 1 de septiembre de 2008

Sutil de amar

Blanca ingenuidad incierta. Hoy quiero partirme en dos, porque tengo dos y miles de otras cosas que decir, pero en este momento me tiran dos, para ambos iguales y diferentes lados. Polos de una vida llena de bajezas, grandesas, tempestad y primavera.
Aroma a oscura soledad, a una corta pero eterna lejanía, con fin en mis manos y en las de cuales.

Tardío movimiento de mi corazón, mientras quiere salir y escapar de mí, de la tortura pérfida que siente azotarle en lo profundo.
No me cuenten de ángeles, no osen hablarme de un Dios.
Sólo véanme caer, siéntame soltar mis amarras y dejarme caer.

Quiero gritarle al mundo, al encargado, al jefe maestro y supremo que todos desean tener, que se pudra, que se puede ir a la mierda, que venga a hablar conmigo si tiene algún inconveniente, pero no quieran que desista, no quieran que invente una linda y cómoda realidad para estar tranquila, no lo esperen, no lo haré.

Así como la memoría de un tiempo que ya partió, quisiera tener el recuerdo de lo que viene ahora, como si en verdad lo quisiera, ¿quisieran creerme? Yo no quisiera, no tendría gracia, no tendría azúcar.
Pero, ¿y de qué les ha importado?
Sacarina para todos y todos al hoyo.

Parece la foto de quien se ha muerto en vida, de quien plasmó el último momento de su vida, sin más ni menos que una sonrisa tierna de quien tiene el corazón lleno de gozo y de un cansancio tan reconfortante y tan esperanzador.
Parece la foto de alguien que quiere creer, y quiere seguir soñando.

Quiero seguir soñando
Tengo esperanza, esperanzas.
Quiero correr hacia atrás, y hacia adelante, jugar, reír.

Y quisiera que el fuego se llevase mi dolor, lo quemara frente a mí y yo lo sientera ir.

La ceguera me atacó por un segundo, me vi obligada a prender las luces, artificiales luces del desamparo, ¿creen poder ayudar?

¡Y ahora quiero despertar!

Y ahora quiero mirar más allá, mirar hacia donde sé que te encuentras
Amor, que extraño, como cambia la connotación, el color, la sensación, la esencia, tú, amor.
Eres, tal vez demaciado, eres, ni siquiera lo noté, pero caigo en lo mismo, eres.
¿Quién eres?
Y siempre llego a lo mismo, a tu imágen, a la melodiosa presencia que eres, no me cansaré de decirlo, ni menos aún de escribirlo.
Yo que me sentía tuerta, coja, torpe, idiota.
Me sacudí, me sacudí por completo, aún me estoy sacudiendo, aún te sigo encontrando, aún me sigues buscando, puedo amarte infinitas horas, aun que no quiera nada del llamado tiempo.
De pronto giramos, y en vez de decir no sé, levantamos la mirada, nos pega el sol en la cara, y a pesar de eso, exclamamos ¡Lo sé!
¿Y qué sabes?
No te lo diré, tú no tienes porque saber.
Pero con eso, ya fue suficiente.

Eso es, eso es, exactamente eso es.
Correspondencia.
Como una carta que se perdió mucho tiempo en la guerra, y maltratada, herida y rasguñada, después de años, llegó a su destino.

Por suerte, alguien estuvo ahí para recibirla, para tomar el sobre magullado entre las manos y con cuidado separar el pegado cierre de la carta, de la misma.
Tomar lo que dentro se encontraba, leer con atención y precaución de no descuidar ni saltarse nada importante.

Corresponder, es esa la palabra que se me escapaba.

Escapaba, escapar.
Cuanta infinidad de castigos por escapar, y luego me hablan de libertad, já.
Pero bueno, de alguna u otra manera, escaparemos unas cuantas veces, no necesito un consuelo, ninguna certeza, si al mirar a mi lado te encuentro, al mismo lado siempre, que simple, ¿no lo crees?

Y sólo por que no he llevado la cuenta, sin ningún tipo de expresión numérica, me atrevo a volver a preguntar...
¿Me quiéres acompañar?






Cesar, pase lo que pase, sea lo que sea que sea y no sea, me quedo contigo, te quedas conmigo. Donde cuando y como sea.
Cata ¡Hazme el favor de aparecer YA!


Amanda, ¿quién eres?
me pregunto, ¿dónde quedaste?