jueves, 2 de octubre de 2014

Nocturna

El centro me anuncia:
algo danza a mi alrededor
se estira, se despierta, se muda la piel.

Los espíritus de esta noche me reclaman
la sombra del espacio se insinúa
y yo caigo en la sencillez absoluta de la soledad.

El inevitable paso por la transición del tiempo
el enmudecer del espacio
lamento del cielo que ve caer la luna 
resquebrajando el temple sigiloso del sueño,
para volver a enloquecer en crítico estallido.

Pongo el oído en el suelo
al cemento, y espero:
el ojo del cocodrilo
el latido del corazón de magma
que viene cargado de tu rostro.

O un zarpazo como el rayo
que reanime mi figura rendida
en la más serena oscuridad.