jueves, 12 de noviembre de 2015

A veces solo desvarío

A veces solo escribo poesía sonámbula
con los ojos entrecerrados
y los párpados caídos

A veces solo escribo poesía noctámbula
para los que evadimos el sueño cuando es correspondido
que la noche es terreno siempre desconocido
por el que hay que dar tumbos semidormido 

al encuentro de cofres espeluznantes 
armarios de apariencia inofensiva que aguardan criaturas insospechadas 
se escuchan los espectros que salen a beber la noche
a regocijarse en la ausencia de luz
que suspende el paso del tiempo 
en una pura tonalidad estrellada

El océano es el lado oscuro de la consciencia
lo infinito
lo inabarcable
lo que nos une con todo lo que es

De noche hay que sumergirse en el océano
de la ignorancia
para que el espíritu ponga la luz en los abismos
sobre la vegetación que nos florece
lanzando semillas como llaves
para abrirnos a las puertas del día
reconocidos

Continúa

Es mi propia voz la que escucho
sonando sobre la lluvia esta noche
Estoy en mi lugar, feliz de estar sola
acompañándome
soñando para mí
exóticos paisajes

Estoy en mi lugar, sobre el risco, cómodamente agazapada

Miro a mi alrededor
todo me dice algo
que guardo para mí en el silencio

El fuego encendido habita todo mi cuerpo
con ternura me está descuerando
carbonizándome
dándome otra vez la vida
en forma de llamarada 

Con el fuego nada permanece
- cambio, aquí mismo, ahora mismo, cambio- 
Con el fuego nada permanece
- todo continúa naciente-