sábado, 13 de abril de 2013

Ojos gozosos

Gozosos los árboles, gozo el canto, el reencuentro. Gozoso el cielo despejado, gozo el viento cuando no enfría sino templado goza de estar alojado en el escritorio-parque asentado. Gozo el incendioso fulgor del reciente roce inocente y creciente gozo de ser desinteresada y valientemente amoroso. Gozo el amor nuevo que honra el que está sellado en un pasado diluido ya por inusitados actos de entregarse gozo y trabajo para ser en otro reencarnación de huesos en tacto y canto tierra del follaje enraizado de perros lobos que ocho, diez, quince días después de aguantar las respiraciones diarias de otro si apenas vuelven a oler, niebla niebla niebla, entre la niebla el ser despierta como vendado, recién destapado, recién titulando, recién articulando iris, pupilas rostros, de ojos, ojos gozosos de silencio, de sentir-se transcribir-se comunicar-se irradiar-se presentar-se y en ardiente aullido amor sincerar-se.

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