jueves, 12 de abril de 2012

El club de los muertos

Qué solo y triste voy a estar
en este cementerio. 

Qué solo
solo y triste
y qué calor
dice el flaco
hará sin vos
en verano
y qué calor
y si ésto no es un cementerio
no sé que sea
si no sea cada libro un pequeño cementerio
cada vez que se cierra
una tumba de mentes
a veces muertas
y el ojo se me pierde
en el día a día
y me canso
y jamás descanso
porque sueño me agito
inhalo exhalo
y yo
de andar arriba y abajo
dan ganas de tumbarse
en este cementerio

y caer muerto de dormido
y caer muerta de cansada
y caer muerto de placer
y muerta de risa

o de estremecerse con la brisa
o en el humo harapiento de la noche
cruda del invierno
recojo mis huesos
los entierro
les tiro un par de flores
y caigo
con tal ignorancia
que padezco una súbita iluminación
que el vicio y la carne me quitan
porque nada subsiste más allá de unos sorbos
o unos cristos inventados
o los libros
con sus palabras
y sus muertas.

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