viernes, 19 de octubre de 2012

Gracias por el fuego


Tengo el corazón desbocado
me late el silencio
con el ímpetu de la juguera en la mañana
como desenfrenado
pero contenido
entre las navajas
y la tapa de goma 
y la pieza última ahí en medio
sellando el caos tranquilamente
y por completo

Bonito
recuerdo
transparente
dijiste
creo que en realidad

quisiste decir



traslúcido
como los hongos tibetanos
y tus ojos
llenos de nebulosas centelleantes 
o como los míos
que sabrás tú
distinto de mí
que guardan entre sus pieles

Todavía me sorprende
este ímpetu de contarte
este valor incalculable
de que sientas por ti 
lo que guarda mi sangre por nosotros
luego de estar
conectada indefectiblemente
a ti
en ese universo
que hace equilibrio
en el punto medio

entre tu y yo



ese cosmos que se ha ido gestando
para que respires tanto tú
como yo 
y haya espacio para el mar calmo y tormentoso
que corre en la sangre de nuestras historias
en cualquier gesto de duda
en cualquier muestra de fragilidad
en cada célula de ese tacto
que sin ansiedad de resquebrajar el silencio
puede decir que te quiero
tal que los cuerpos lo crean

Y así, sintiendo,
ambas manos emprendan
sin apuro la labor
de ver caer los sacos de arena
en picada limpia
a la tierra


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