miércoles, 8 de octubre de 2008

Amapolas





Jaja, ¿nadie considera ya que ésta es una tragicomedia asquerosa?
El destino es tan cruel, que ya me parece broma.
Bromas bromas bromas

Haber, ¡démosle hasta matarla!

Quién quiere probar ahora, a piedrazos, a palos, incluso pueden insultarla hasta que su ego esté tan destruído que no sea capaz de levantarse.
O podemos llenarla y llenarla de cosas malas, hasta que el peso que lleve en la espalda sea demaciado grande.

Y SÍ, ME ENTRAN BALAS, TODAS LAS QUE ME TIRAN, ME ATRAVIESAN, ME HACEN MIERDA.

¿Eso querían probarme?
Es eso lo que con tantas ansias querían probarme...
que no importa cuan cerca crea estar de la calma, de la tranquilidad, de la alegría y la plenitud, que es imposible para mí, que hay una inmensa pared de vidrio entre esa utopía y el camino que a pesados pasos recorro día y noche.

¿Es acaso eso?

Me encontraron, me pusieron a volar, a soñar, a sonreír como nunca, y cuando se aburrieron de mi estado ebrio de alegría, decidieron cortarme de nuevo, me cortaron el teléfono en la cara, total, qué son dos, tres días de tranquilidad.
Aburrimiento, lo lamento, lamento aburrir al público, procuraré vivir mi vida al límite del suicidio, no se preocupen ya, todo estará fuera de control, siempre, 24 putas horas del día, no hay razón para que me vigilen.

Recuérdenme estar muerta para mañana, quizás que la vida me reviva para seguir torturándome, quien sabe...
Y más encima me quejo, que bruta, mil disculpas señora, olvidé su nombre, pero le prometo que una cajita de té de distintos sabores llegará a sus manos, a pesar de que insistan que será inútil, probablemente lo sea, pero quiero verla sonreír.

Soy un asco.

Y no se pierdan el próximo capítulo, mañana a la misma hora, por el mismo canal.


1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.lindisima.com/aceites_3.htm