martes, 4 de noviembre de 2008

La luna y el espejo.

El Reflejo.

Hoy debes saber que soy sólo un reflejo más, mágico y espléndido, del dia en que corrí al precipicio, tomé a la noche de la mano y avancé en reversa volviéndome con cada paso más cuerda como las eternas vueltas del reloj que cuelga y resuena en la pared de la casa de mi abuela.

Soñaba que las olas golpeaban mis venas repartiendo en trozos líquidos mi sangre en el camino hacia la tienda de los marcos rotos en la guerra de los duendes, sin pausa, sin tregua, en su mundo bajo la cama del elefante rosado, creador de la tierra y los hermanos que cantan a la luna para que oscurezca sus penas como la noche o las atormente como en invierno con un fuerte viento que las lleve lejos.

El contra reflejo.

¿Quiéres café mi vida?
Mañana al despertar recordarás mi propuesta, notarás que subir al cielo es incluso más complejo que trizar los vidrios de nuestros años de llantos y dolores. Cuando acabe la guerra no vendrá la paz, cuando la tortura es breve el dolor se inmortaliza y se quema perpetuo sobre la piel herida de mentiras caídas como el sueño.

Quien me recuerde sabrá que no existí por nada, quien me odie, quien me ame, quienes quieran y no quieran mirar, grandes, gigantes, bienvenidos a una vida presente, tan falsamente omnipotente. Como siempre, con algo hay que cumplir, me sigues, te sigo, pero ¿quién siga? que ría, que tome prestada la bicicleta rosada e imagine, sin censura, sin objetivo, que quien golpea es amor, no dolor, que quien duele es alegría y no desolación. Y que esta lágrima me libera, no me condena, que me deja, me asesina y más tarde me devuelve la vida.



LUNA A-TEMPORAL

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://orbitaenmimundo.blogspot.com