domingo, 2 de noviembre de 2008

Amanecer contigo


"El poder siempre manda, si para tenerte aquí,
habría que maltratarte, no puedo hacerlo... sos mi Dios;
te veo, me sonrojo y tiemblo, qué idiota me hace el amor.
Y hoy quiero darle rienda a esta superstición...
"

Y no debiésemos detenernos, estamos sólo hablando de estrellas, tierra y antialérgicos.
Cualquiera encontraría la inocencia a la distancia, y no se preguntaría mucho más.

El Amanecer es capaz de condicionar cualquier situación, contextualizar cualquier locura temporal, normalizar cualquier anormalidad. Siendo las condiciones lo menos idóneas posibles, diremos claramente, que no fue eso lo interesante ni mucho menos lo importante.

Tal vez sí, tal vez es mi deber aceptar que no es algo que se haya originado en ese momento, pero también es fundamental aclarar que estaba hacía tiempo al margen, no sabría explicar claramente por qué razón, pero así era.

Tampoco podría decir ahora si me arrepiento de ese margen, no me gusta arrepentirme, es una tortura demasiado grande con la que espero lidiar pocas veces, y bueno, por muy familiar y maravilloso, no quiero engañar a nadie, no sé si tengo la fe puesta en mí en este entonces.

No quiero poner mis manos al fuego, cuanto dolor podría soportar es lo que no sé, cuan correcto, cuan incorrecto, cuan perfecto, cuan equivocado, todos misterios tan erróneos como necesarios e innecesarios. Quién sabe, quizás hasta estoy formulando mal la pregunta.

A tal punto de que puedo parar la cabeza un pequeño segundo, regresando a ese momento, a ese lapso abstraído, tan ridiculamente mágico, tan torpemente perfecto y tranquilo, a ese pequeño momento en que lo fuiste todo, sintiendo que te conocía tanto y hace tanto tiempo, a ese momento en que te conecté a una sensación tan real y de tanta locura.
Ese cariño clandestino que se manifestaba, certero e impenetrable.

Y el pequeño pero no menos importante hecho que significa no tener idea de absolutamente nada, me produce una incomodidad muy dulce, por fín, tal vez, por la mierda, quizás, pero bueno, supongo que me hace bien no tener pensamientos fantasmagóricos y palabras inconclusas con las que retorcer las neuronas.


Pacto para vivir.

Suéltenme desde lo alto, ya sé que no estoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue muy lindo =)