miércoles, 12 de mayo de 2010

Me confundiste con un árbol

El día que me confundieron con un árbol
me salieron raíces como las mentiras de sus labios torpes
El día que me confundieron con un árbol
me anclé a la tierra
donde me has puesto
para escalarme
y desde mi copa, beber el licor de la inocencia
llorarás lágrimas de vino, purgando tus pecados
dando muerte a otra juventud crédula.

El día que me confundieron con un árbol
hablaron de cortarme
¡corta el árbol!
y en mi cuerpo se abrían vertientes de madera.

Navegaron por ahí tus mentiras podridas
navegaste por ahí con mi silueta detrás
contra la corriente
tu andabas buscándola
usándome de camino, de tránsito acuático
de preciosa bondad
de idiota

De cada vertiente tiraba más raíces
asfixiarte con mis propias raíces
sería la justicia de la madre naturaleza
Retorcerme a su alrededor
despojarme de mis hojas
y con ellas, secas, acariciarte por última vez.

Y el pobre árbol gemía
sin saber que gemía, así lo hizo
con cada falso grito ahogado
se iba muriendo la planta carnívora
se iba quemando
copa verde de fuego
árbol desnudo
árbol muerto

El día que me confundieron con un árbol
no pudiste verme
agitaste como un loco la sierra
me taladraste
astilla por astilla
mi cara ausente fue a caer sobre tus manos
estabas muy ocupado para notar que no era un árbol
no era ni copa ni hoja, ni sal ni tierra, ni tú.



TODAS LAS VIDAS CAYERON AL MAR

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