viernes, 24 de diciembre de 2010

El camino del justo

El camino del justo tiene al menos doscientos infinitos, en la sabiduría ignorante pero en esencia puro de intuición, lleva atados en los dedos las cuerdas en que se sostienen sus articulaciones y aun teme equivocarse, no duda halar sus hilos.

El acontecer del justo es producto más que efecto azaroso del andar cegado, es más bien un movimiento como cualquiera porque si de justicia se trata quién delimita no acompaña el raciocinio del hombre común, sino más nada una noción maleable y desfigurable que grafica constelaciones indefinidas y subjetivas a ojos terrestres.

Y entonces, quién flanquea el camino del justo, quién tiene el pie en la tierra de la causa-consecuencia, en la hierba que irremediable crece en las fronteras del que siembra la honestidad con las estaciones, acaso el postergado de sí mismo para entregarse a la comunidad, acaso quien solo actúa en su función, en su posteridad, el del equilibrio tal vez, quién o quiénes, si es que no son todos o no es ninguno.

No hay comentarios: