viernes, 24 de diciembre de 2010

Memoria

En cada fragmento de recuerdo anterior hay un dejo de emoción pretérita que vuelve a coser una y otra vez aquel momento al presente, la mente se vuelve un tejido siempre en construcción de memoria fotográfica, de memoria afable, de recuerdos amables y desechables. Y entre puntadas, los trazos van perdiendo volumen y extensión, se van quedando cortos y sintéticos, pero en modo vivos con el tiempo, y en otro modo vivos nosotros.
Entre vida muerte risa llanto penumbra día cielo abrazo carta grito diente triza casa mano luz hambre frío color histeria violencia calma y calor, entre finas gruesas e infinitísimas personas y personalidades residimos en eternas mentes como trozos de una manta nerviosa, permanecemos como puntos de un tejido inconcluso y perenne que puede revivir nuestra vida sin nosotros.



No hay comentarios: