miércoles, 9 de marzo de 2011
Parque
Cómo se llamaba el juego
no se acordaba
pero sí podía vernos
no le hacía feliz
pero sus manos iban empujándonos
y mientras giraba a su impulso
los colores se iban amontonando
se apelotonaban un segundo
y luego
la imagen se extendía como un merengue de paisajes
Sabía yo que lo aburría
y el pájaro se sumerje en la fuente
agita sus alas
se bate
se sacude el frescor de la fuente putrefacta
¿Y mi papá?
Entonces mi hermana lloraba
y yo no tenía respuesta
"sigue girando"
Movía mi pie
lo apoyaba en la tierra
y ahora yo nos impulsaba
y así giramos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario