domingo, 3 de abril de 2011

No quiero lo que no quiero

No quiero saber de caídas, de casos, de declinaciones
no quiero rellenar espacios con terminaciones
no quiero leer cada pie de página
no quiero transcribir cada texto
no quiero sacar la tesis
no quiero enumerar los argumentos
ni memorizar cada uno de los ejemplos.

No quiero necesitar una agenda
no quiero tener otro horario
no quiero llegar a la hora
no quiero perder mi tiempo.

No quiero responsabilidades
no quiero irresponsabilidades
no quiero compromisos
no quiero trabajos en grupo
no quiero entrevistas
no quiero pruebas
no quiero controles
no quiero notas ni anotaciones
no quiero calificaciones.

No quiero compañeros
no quiero compañeras
no quiero profesores
no quiero cursos
no quiero mayores
no quiero menores
no quiero tareas
no quiero resúmenes
no quiero documentos
no quiero fotocopias
no quiero papeles en exceso.

No quiero reglas
no quiero debates
no quiero verdades
no quiero imposibilidades
no quiero imposiciones
no quiero memorizar
no quiero recitar
no quiero exponer
no quiero disertar
no quiero redactar
no quiero enumerar
no quiero argumentar
no quiero graficar
no quiero seguir una instrucción
ni responder un cuestionario.

Lo que quiero es irme, y quedarme, y perderme, y salir a buscarme, y no encontrarme, y sanarme, y recogerme, y amarte, acompañarme, y cuidarte, reírme, y decidir en todo y sobre todo, y saber que no se sabe, y escoger que se sabe, querer lo que se sabe, porque se quiso, no porque se dijo, ni porque está escrito, porque se puso el ojo sobre el objetivo y se persiguió con denuedo, porque nadie me mandó, sino porque me mandé sola, y porque los que me rodean, son amigos, no compañeros, son maestros, no docentes, y entonces, me río.

No hay comentarios: