Extraño lo que no conozco
extraño esos tiempos
más tímidos, más nerviosos
que la intimidad primera
no sobrepasara una mano frágil sobre tu hombro
y otra firme posada en mi cintura
Yo extraño danzar como no he danzado
aprender a mover mis pies con el piano y tus pies
ese romanticismo de candelabro
esa formalidad de cuento
apoyar sobre tu mano el peso de mi cuerpo
con una sola mano
y dar vueltas ligeras
en un salón con pilares de mármol
Tal vez, si fuese más sencillo
como dejar caer la seda o el algodón
y solo balancearse, sobre los pies
yo querría guardar silencio
y confiar, sí, vendada confiar.
Extraño lo que no conozco
que de conocerlo quizás no importaría
pero más que todo
extraño confiar
y danzar entre vestidos
y tus pies, en un salón inventado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario