domingo, 13 de mayo de 2012

Silencio


Hay algo
terriblemente escabroso
sobre la infancia

Yo no sé qué es lo que alguna vez se pierde
como lo infantil
y lo que se gana
con la madurez

No sé aún para que lado es el que realmente se pierde
o si uno gana o pierde realmente de algún lado
tal vez sí
yo solo sé que estamos rodeados
de las sombras de la infancia
que se materializan
en actitudes y formas
tan espantosas
que no se me ocurre qué pueden tener de infantiles
de pueriles
o de ingenuas.

Ya no soy esa niña
soy otro tipo de niña
pero no he crecido nada
hasta que no desenfunde las crisis
de mi primera niña
esa que aprendió a cerrar los ojos
y a no llorar
y no sentir
y a dejar dormirse en ella
todo lo que deseaba decir
para mantenerse en una posición
lo más resguardada posible
donde ya estaba todo pasado
y ahumado a abandono

Ya no soy esa niña
pero me siento
como la misma niña
una y otra vez
abandonada
una y otra vez
dejada a su suerte
a su raciocinio emocional
que no hace más que plantarme en seco
y dejarme inmovilizada
y ahora también
muda y agujereada
porque quedarme sin excusas
es la única manera que encuentro
de enfrentarme a ciertos demonios

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